Todos los relatos de Holmes aquí reunidos, tiene un patrón similar. Las aventuras están contadas por el doctor, compañero inseparable de Holmes, aunque su participación en ellas se limita a una actuación secundaria, siempre bajo los dictados del detective, admirándolo, siempre dejando patente la superioridad de Sherlock sobre el propio Watson y sobre el resto del mundo, intentando protegerle de posibles peligros. Quien se lleva siempre la peor parte en cuanto a inteligencia se refiere son los policías encargados del caso, a veces enfrentados a nuestro detective abiertamente y otras con una devoción que raya en el servilismo.